HISTORIA DE LUBNA EN EL SCAPEROOM DE MATEMÁTICAS

Hoy hemos podido celebrar en el Punta el día de Andalucía por todo lo grande, ya que se acabaron las restricciones COVID.

Este año la temática ha sido Al Andalus, y cada Departamento ha montado un Stand sobre estos temas.

El departamento de matemáticas ha creado un scaperoom muy interesante donde se contaba la historia de una mujer muy importante en el reino de Al-Andalus. Os la contamos y os dejamos algunas fotos para que lo veáis!!!

Hace 12 siglos la tierra donde ahora vivimos, se llamaba El Reino de Al-Andalus. Allá por el 900 reinaba Abderramán III, en una de las épocas más prósperas y pacíficas del sur de la península ibérica. Pero fue en el reinado de su hijo Alhaken II cuando llegó a su máximo esplendor.
Córdoba, la ciudad del reino, tenía medio millón de habitantes, más de 200.000 casas rodeadas de jardines con mansiones señoriales, 600 mezquitas, 900 baños públicos, las calles estaban magníficamente pavimentadas, fue la primera ciudad con alcantarillado y alumbrado público nocturno, los zocos estaban repletos de metales preciosos, sedas, especias de Oriente y frutas exóticas, y en las noches se escuchaba por las calles exquisita música.
Además de todo su esplendor, en Córdoba convivían pacíficamente cristianos, musulmanes y judíos.
En el reinado de Alhaken II se instauró la cultura y la educación para todos los habitantes. La enseñanza era obligatoria para los niños y las niñas y se fundaron 27 escuelas públicas, donde los sabios enseñaban gratuitamente a los pobres y a los huérfanos. Se crearon 80 universidades y muchísimas bibliotecas públicas. No había analfabetos en el califato cuando en el resto del mundo la cultura solo era para una minoría.
Sin duda la gran joya del sabio Alhaken fue la biblioteca que heredó de su padre, a la que en su reinado aumentó con 500.000 libros nuevos. Cada día llegaban obras procedentes de Alejandría, Bagdad, Persia, Damasco o Mesopotamia.


En este mundo de cultura, ciencia y arte nació Lubna, en una familia esclava, hacia mitad del siglo X. Desde pequeña destacó y consiguió un puesto de oficinista en la gran biblioteca. Impresionó a todos por su inteligencia, ganando así su libertad y el título de secretaria personal de Alhaken II. Fue famosa por su conocimiento en gramática, por su caligrafía, por su poesía, por sus múltiples funciones en la biblioteca y por ser una gran matemática. Fue maestra de geometría de los niños y niñas más pobres de Córdoba y era común verla por las calles rodeada de todos ellos cantando las tablas de multiplicar. Como parte de su responsabilidad, viajó recorriendo mercados y librerías de Bagdad, Constantinopla, El Cairo, Alejandría… para ampliar la colección de la biblioteca de Alhaken.
Cuando murió Alhaken, Lubna siguió a cargo de la biblioteca pero el reino de Alandalus entró en declive. El hijo heredero de Alhaken II se dejó mal aconsejar por Almanzor el Victorioso, el cual estaba más interesado en la causa militar y además estaba influenciado por radicales religiosos. Una mañana fue con su ejército a la gran biblioteca, amontonaron en el suelo todas las obras de filosofía, astronomía y ciencias contrarias a los temas religiosos y les prendieron fuego, desapareciendo la biblioteca más importante del mundo por aquel entonces.
Lubna huyó de Córdoba y se exilió en Carmona hasta su muerte, cinco años después de la quema de la biblioteca a la que dedicó su vida. Pero después de ver tanta injusticia y barbarie, su espíritu no pudo descansar en paz y sigue atrapado en los restos de la biblioteca en la que ahora os encontráis. Así que os pedimos que entréis para resolver los enigmas que puedan ayudar al espíritu de Lubna, para que pueda descansar por fin.

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