Un año más la asociación HazTuAcción ha venido al centro para realizar una serie de PSICOTEATROS dirigidos a la prevención de violencia de género entre los adolescentes y al fomento de las relaciones saludables entre ellos y ellas, como parte de su desarrollo emocional y cultural.
Este curso, gracias a la subvención que ha recibido el AMPA para temas de Coeducación y a la subvención del Pacto de Estado aprobada a nuestro centro, se han podido realizar tres sesiones de dos horas cada una, una para cada curso de 4ºESO.
Este tipo de actividad utiliza una metodología basada en la técnica PIBE, donde tras visualizar situaciones reales y cotidianas para ell@s entre las parejas (a veces violentas o como poco tóxicas) se les invita a “rehacer” las escenas sin dichos “malos rollos”. Esta herramienta es muy eficaz para llegar al alumnado adolescente y ayuda a visibilizar conflictos que bloquean la convivencia pacífica, trabajando con eficacia la construcción de relaciones saludables.
El teatro comienza con la interpretación de una pareja de adolescentes que se gustan y empiezan a conocerse. El público ríe y empatiza rápidamente con ellos.
Pero pronto comienzan a aparecer problemas entre la pareja….y las escenas comienzan a ser «violentas o al menos incómodas», y gracias a la intervención del alumnado en las escenas ( repiten estas con «otros finales») empiezan a ser conscientes de que para que nos vaya bien, a veces hacemos lo que no queremos….
La relación entre la pareja continúa…y comienza a verse más intensamente el control entre ellos. El alumnado sigue «rehaciendo» las escenas, comprendiendo que confianza y control no tienen nada que ver!!! , cosa que ellos y ellas suelen confundirlo.
Por último, entran los amigos y amigas de la pareja en escena. A veces, por el simple hecho de bromear y «picar», hacen mucho daño en la relación. O bien profesan una amistad «incondicional», que no es nada sana a veces. El verdadero amigo o amiga, debe estar pendiente de si la relación se está volviendo tóxica, y pedir ayuda en tal caso. De nuevo formando parte de la escena, el alumnado se hace consciente de estas situaciones y comportamientos.
Han aprendido también con esta actividad a ver lo importante que es saber expresar los sentimientos. Normalmente, desde la emoción negativa que nos produce un conflicto, abordamos la situación “atacando” a la otra persona. Esto lleva a una discusión tensa y poco productiva. Es mucho más sano poder expresar cómo me siento, sin hacer responsable únicamente a la actuación de la otra parte. Por ejemplo, no es lo mismo decir: “eres un/a controlador/a”, a decir: “cuando actúas así me siento agobiado/a, me gustaría que habláramos de ello”.
La pareja sigue adelante, pero no han podido controlar sus celos y su necesidad de control. Los dos creen que en la relación deben estar siempre juntos, solos y abandonan a sus amigos. Estos celos van creciendo hasta el punto de desconfianza total y faltas de respeto, se ve como se van perjudicando entre ellos cada vez más.
Tienen un incidente por querer ver los mensajes de los móviles de ambos y acaba en una pelea con violencia por parte de él, tirando al suelo y rompiendo el móvil de ella. El ambiente puede cortarse entre el alumnado…de hecho hay quienes salen llorando porque identifican o han visto esas violencias.
Sigue la escena contando que la pareja queda al tiempo para reconciliarse y ocurre todo lo contrario. El la insulta a voces y publica un video íntimo en las redes (cosa también usual últimamente entre adolescentes).
Acaba el teatro con una relación terminada, donde se ha roto el contacto y donde han intervenido la familia, policía…
Cada uno tiene mucho sufrimiento y arrepentimiento por como se ha comportado en la relación pero ya no hay vuelta atrás.
Indiscutiblemente, la actividad les ha removido, les ha hecho pensar y les da la oportunidad de expresar sus emociones de otra forma.