Este viernes 6 de noviembre, pudimos concluir con una serie de actuaciones programadas en el centro para la prevención de la Violencia Machista, gracias a la subvención obtenida del Pacto de Estado contra la violencia de género para el curso 2019/2020. Tuvimos que modificar lo previsto en un principio y retrasarla a comienzos de este curso, debido al confinamiento que sufrimos desde el mes de marzo pasado.
Partimos de la base de que la construcción del género y los estereotipos y roles que se crean en la sociedad, son un germen indiscutible para encasillar el papel de la mujer y el hombre, creando ineludiblemente una posterior desigualdad e incluso misoginia, dando lugar a comportamientos machistas e incluso de violencia hacia las mujeres.
Por ello, hemos decidido impartir un taller Identidad y Género, al alumnado de 2 ESO, aprovechando que se están tratando estos temas en la asignatura Cambios Sociales y de Género.
Se ha desarrollado así una sesión educativa de dos horas de sensibilización a través de escenas de teatro, en las que el alumnado participa activamente, a la vez que descubre comportamientos equivocados desde su propia realidad. A continuación ellos y ellas rehacen la escena, dándole un final sin conductas disruptivas, a la vez que profundizan en el porqué actuamos como actuamos a diario y descubren las sensaciones que se producen en su interior.
Comenzaron haciendo una técnica de relajación para centrarse en la actividad
para posteriormente trabajar sobre “las etiquetas” que sin querer ponemos a los demás. Una de las monitoras llevaba la palabra BOLLERA escrita en la frente, que dio pie a una evaluación de estos comportamientos. ¿ de verdad no nos tratamos diferentes por la identidad sexual que intuimos?
Las terapeutas detectaron rápidamente los diferentes roles que había en el grupo: chico líder, chica tímida y desubicada, chico que se sentaba solo….y aprovecharon el momento para hacerles ver lo importante que es que el grupo se sintiera unido y justamente eso: un grupo, en el que todo el mundo es igual de importante y to@s se preocupan por tod@s.
Siguiendo esta metodología, trabajaron dos escenas diferentes
Escena 1: Un chico con una camiseta rosa y su amiga pasean tranquilamente cuando son molestados de manera violenta por dos amigos que llaman maricón al chico que pasea, ridiculizando el color de su camiseta y asociándola a una identidad sexual.
Escena 2: Una chica entra en una cabaña de un campamento de verano de su instituto donde ya hay cuatro personas alojadas. Ninguna de las cuatro la quieren allí por ser lesbiana, cada una por diferentes cuestiones. Evidentemente surge el conflicto.
En ambas escenas se evalúan los comportamientos, las sensaciones, las emociones, se cuestionan estereotipos, prejuicios, miedos, faltas de autoestima, mecanismos de defensa aprendidos….
Es una delicia ver cómo ellos y ellas mismas cambian las escenas a más empáticas, más tolerantes y con mayor expresión de sus sentimientos.