Ellos sí, ellas no. El fútbol femenino está acostumbrado a recibir más noes que síes. A tener menos oportunidades. A tener una situación, en definitiva, muy diferente de la que goza el futbol masculino. Ahora, la crisis del coronavirus ha vuelto a poner de manifiesto esta latente desigualdad. Así, mientras que los jugadores de futbol (de Primera y Segunda División) ya han empezado a entrenar y retomarán la liga -según se prevé en el mes de junio- ellas ya no volverán a pisar el césped esta temporada. La Federación Española de Fútbol (RFEF) ha dado por finalizada la Liga Iberdrola (la máxima categoría femenina), pese a que todavía quedaban ocho partidos por disputar.
Esta decisión supone un golpe duro para el fútbol femenino, que empezaba a vislumbrar un poco de luz al final del túnel tras conseguir el pasado mes de febrero su primer convenio colectivo. Desde la RFEF explican a eldiario.es que han seguido las directrices marcadas por el Gobierno y el Consejo Superior del Deporte: «No se ha decidido dejar a las deportistas fuera, se ha decidido hacer una división entre el deporte profesional y el no profesional. Y esto ha venido indicado por la situación actual y los riesgos que puede suponer para la salud retomar las competiciones».